Tuesday, September 19, 2006
Si fotografío su imagen, no aparecen los demonios que habitan en él. Caer en la realidad dice el traductor y golpearse contra el deseo materializado, concreto, real de la existencia posible del sueño irrealizable. Empieza el morbo en la escena, la construcción del personaje que inventa y construye. Fabula con la ternura de la niña pero es rumiante el cerebro solitario que desconfía hasta del último hálito de verdad- mentira; de sensación- deseo- razón. porqué objetivizarlo todo, porqué la palabra, porqué la sensación y porqué el misterio o la verdad sin coladores.
Thursday, September 14, 2006
Tejer y destejer llevan el mismo tiempo y la misma fuerza de las manos rotas, de las agujas quebradas del tiempo apresurado del que camina lento.
¿por qué su voz no llega hasta el canal de Beagle?
¿Por qué esa otra voz pudo construir puentes sin escala, sin agujeros?
Ella cae en el terreno pantanoso de las arañas que le resultan simpáticas y éstas luego, la absorben en una tela pegajosa de un siniestro almíbar. Llena de flores en sus pestañas, no es aquella que caminaba sola empapada por la lluvia de la noche de un domigo de jazz, donde las puertas y el río se aunaron para devorarla.
¿por qué su voz no llega hasta el canal de Beagle?
¿Por qué esa otra voz pudo construir puentes sin escala, sin agujeros?
Ella cae en el terreno pantanoso de las arañas que le resultan simpáticas y éstas luego, la absorben en una tela pegajosa de un siniestro almíbar. Llena de flores en sus pestañas, no es aquella que caminaba sola empapada por la lluvia de la noche de un domigo de jazz, donde las puertas y el río se aunaron para devorarla.
Teme encontrarse con el tiempo que cubre con cartones al cuerpo y a la mente.
Cada gota transita el vidrio de la manera que mejor le place y quizás busque mil formas hasta encontrar su sitio. No es lo mismo la lluvia, su acontecer tiene también una rutina.
Cada gota transita el vidrio de la manera que mejor le place y quizás busque mil formas hasta encontrar su sitio. No es lo mismo la lluvia, su acontecer tiene también una rutina.
Camina y el viento borra las huellas en la arena, su voz enmudece y ella cree no reconocerse en el espejo del otro.
Monday, September 11, 2006
Quiere a su conejo blanco hasta asfixiarlo. Necesita apretarle la panza para escuchar la vocecita y creerlo vivo. Lo abraza, lo aplasta, lo comprime contra los otros muñecos de su cuarto. Lo adora porque es niña y lo desprecia porque se cree adulta. Es de noche y otra vez el insomnio, no concilia el sueño, se dibujan figuras en el cielo raso y las sombras remiten el pasado oculto. Ella se levanta lentamente de la cama y poco a poco roza sus pezones al cuerpo del conejo; clava sus uñas en el cuello y le muerde las orejas hasta hacerlas sangrar...
en unos segundos, el cuerpo blanco se va tiñendo del rojo púrpura de la menstruación de la niña.
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