Thursday, January 19, 2006
Las nubes se amontonan en formas infinitas y condensan el aire de la tarde en grises y ocres que se confunden en las imágenes erosionadas por el tiempo. Cae el sol, la ciudad se metamorfosea en luciérnagas amarillas. Las cosas se confunden en la unanimidad de las sombras y no hay naranjas ni rojos que gocen del movimiento de las trompos.