Thursday, February 23, 2006


Demasiado encierro acabó por aplastarle la cola al mono, el espiral se hizo recto, el día y la noche se confundían en un mismo gris. La humedad mojaba los pisos y el aire era denso y pesaba en el cuerpo. Lo sostenía entonces con los hombros, mientras las rodillas se hinchaban saltando por las ramas de una enredadera de flores disecadas. El sol penetraba el iris de sus ojos y hasta pensó en la posibilidad de la ceguera, inventó un bastón con un cardón y sólo intentó trepar entre las lianas que había imaginado a partir de unos cables que colgaban de cierta construcción que sonaba a vidrios rotos entre ruidos y voces ajenas perturbadoras . De repente, Manu Chao cantaba en francés "Si loin de toi, je te joue"... su cola ahora recta, comenzó a curvarse nuevamente; llovió y el aire dejó de pesarle. Miró a su alrededor, nada era cierto pero la música le permitía imaginar un otro mundo posible