Me despierto abrazada y soy feliz. no sé porqué cada cosa que escribo tiene gusto a melancolía. disfruto intensamente de mirar las caras que circulan en un colectivo por la mañana. miro, todo el tiempo miro para que me atraviesen imágenes por los ojos, vivo como si no tuviera párpados. duermo con los ojos abiertos para seguir mirando. quiero retener el cosmos en mis pupilas que de tan acuosas, ahogan las imágenes y vuelven a mirar para retenerlas. envuelta toda yo en un celofán, me aprieto los ojos para poder dormir pero ellos quieren seguir mirando, y yo me dejo ser en el devenir continuo del film que es mi vida.