Usos y costumbres que acartonan, endurecen y asfixian como un corset. La libertad se esfuma por los poros y uno vuelve al origen de los hombres y a las costumbres heredadas con la conquista. Mi padre: el Estado; Mi madre: la culpa, la hija eterna del Padre Estado. Yo entre ambas fronteras, yo queriendo romper los moldes donde mi abuela preparaba las tortas de cumpleaños. Yo quise no usar vajilla de porcelana inglesa, opté por abandonar el verbano y sin embargo, a las 5; me esperan a tomar el té y voy.
Lelia dice: "todo cambio implica dos años; siempre son dos años" y luego recita la vestimenta de las viudas del siglo XIX que vestían de negro por dos años, luego de gris; finalmente, de violeta.
Yo estaré fuera, por más de dos años.