Monday, October 03, 2005

THAT OLD FEELING

En algún lugar de la memoria de esta computadora quedaron guardadas algunas reflexiones sobre el VIII festival de jazz (de rosario) y entre ellas, encontré mis palabras para Onix. Hoy, después de haber presenciado un nuevo recital de Javier Malosetti, me atrevo a repensar, o quizás a comparar, aquél viejo sentimiento:

Sábado 24 de Julio de 2004: Javier Malosetti.
Grupo invitado como telonero: Cinegraf, excelente banda local compuesta por M. Ades en batería, G. Marozzi en guitarra y J. Fioretti en bajo.

Javier Malosetti: “El señor del bajo” no abandonó la guitarra y logró jugar con ambas piezas, en una misma noche. Junto a él, se presentaron el baterista que alguna vez tocó con su padre: Pepi Taveira, y Andrés Beeuwsaert en piano. Este trío dio un espectáculo fascinante, en el cual sonaron temas de “Spaghetti Boggie” (2000), de “Villa” (2002) y algunos otros nuevos de “Onix”; disco que si bien nos remite a los anteriores por su estilo que mezcla jazz con algo de rock, de blues, y de soul, nos permite saborear cierta impronta de sonidos más vinculados al funk. Miradas que hablan como sólo el jazz puede permitir, “improvisaciones” ensayadas que no dejan de sorprender, música de virtuosos… Sólo restan palabras de admiración para este trío que suena más allá de cualquier expectativa.
Sábado 1 de octubre de 2005
Teatro La Comedia. La fila ocupa dos cuadras. Flashback: Interior. Music Shop. (en blanco y negro) C: -¿Cómo se vendieron casi todas las entradas?. El año pasado éramos un par de gatos, el anterior menos. Igualmente, está bueno que convoque gente, lo merece- (sonrisas cómplices entre los vendedores de entradas y la chica). (Color) Padre e hija hacen la cola y recuerdan en palabras a toda la familia Malosetti músicos, eventos y anécdotas leídas. La ansiedad de cruzar la puerta hacen que dos pasos constituyan el escalón hacia la felicidad. Ella mira alrededor, la heterogeneidad del público la sorprende y la alegra. Mucha gente sola, la música acerca y permite el contacto. Se cruza la barrera, se apagan las luces. ACCION: potpurrí: spaghetti booguie y algo más. El trío no es el mismo, ahora está el sr. Giunta en batería y un pendex en teclado del cual no retuve el nombre pero sí su música. Javier juega con la palabra y con un yo-yo, pero el respeto de la gente está ganado por su virtuosismo y todo lo que haga será aplaudido. Pasó por el Gospel, jugó con clásicos del jazz de principios de siglo, incursionó en el blues y mostró nuevamente la rapidez de sus dedos. La distorsión del bajo también apareció en escena y con ella ciertas melodías de Indiana Jones y La guerra de las galaxias. el tecladista hizo lo suyo revelando los misterios de mario bross y otros recuerdos de la infancia. la gente se reía y aplaudía la inspiración de semejante trío que relajaba las manos con estos intersticios. El padre de la chica, que siempre sabe más, dice: "Malosetti debería quedarse con el blues y la fusión de rock y jazz que hace tan bien; y que se deje de joder con esos momentos pat metheny que tiene, si le sobra, ¿para que intenta copiar?; tiene vuelo propio que lo aproveche". Creo que tiene razón, cuando escucho en la fila de la salida a todos cantar: Elvira... todo el día y todo el tiempo... le gusta estar al sol.