Tuesday, November 01, 2005

Y entonces pensó en huir de sí misma. se volvió etérea. se construyó alas, las cosió a su ropa y navegó por el cielo infinito de los confines de un mar de marfil que sonaba chet baker.
no más púrpura en las sábanas, sólo golosinas en su jardín.
plumas, agua, viento, nada.