Voces que gritan: no entiendo, una, dos, tres veces... los apuntes se caen de la mesa y se confunden de escritorios, ¿como está? ¿está bien, esta mal? Vos siempre te reis y no me decis nada ¿Puede o no puede? ¿Vos, cuándo? Imposible! lluvia en la mirada no hay tristeza, hay sueño, hay hartazgo.
Tengo, debo, cumplo, obligada obligada obligada. Basta!
El conejo blanco se volvió a escapar. Y yo ni siquiera recuerdo cuándo.
Wait me!